#ElPerúQueQueremos

Ricardo Blume publicó este libro en el 89. Recoge sus artículos periodísticos publicados en El Comercio entre los años 81-89. Ahora que regreso a México, intentaré ubicarlo y se lo entregaré. Al cierre del texto CONTINUIDAD, Ricardo escribió: Continuidad no es continuismo, ni algo estático, conservador ni acartonado. Todo lo contrario. Es el natural discurrir de ayer a mañana, pasando firme, coherente y sólidamente por la estación de hoy. Ricardo, tú eres continuidad.

Entrevista inédita a Ricardo Blume (2004): "Mi vida; inconclusa"

Publicado: 2011-10-10

 El 2004, Etiqueta Negra me pidió entrevistar a Ricardo Blume, gran actor peruano radicado en México, cuya trayectoria en películas, teatro y telenovelas ha sido cada vez más respetada y querida, por su versatilidad y potencia actoral. No vive de la fama, sino de su trabajo.  Él lo acepta: "La vocación se construye con los años".

Ricardo es un hombre con mucho sentido del humor. buen colega, y comprometido con cada obra: pequeña, independiente o una megaproducción. Fue, con apenas 27 años, fundador del TUC: la escuela de teatro de la Universidad Católica. Logré contactarlo, "conversar" con él de mail a mail, y sus respuestas fueron sinceras, amables, divertidas; humildes. 

La entrevista conseguida desde Lima, "porque reestructaron la revista", como me dijeron, y con fotos ya tomadas en el DF, inclusive, jamás fue publicada. En ese entonces fui incapaz de pedirle disculpas por la no publicación. Me daba demasiada vergüenza. A mis 34 y quizás desde mucho antes, es algo que jamás haría. Jamás. Y me retracto y le pido disculpas a Ricardo por esta omisión tan cobarde como inocente, en su momento. 

Ayer encontré, por casualidad y entre cientos de libros del jirón Amazonas en Barrios Altos, NADA DEL OTRO JUEVES, una recopilación de sus artículos periodísticos donde reflexiona sobre las elecciones, la peruanidad, el terrorismo, el eco del dolor y las enfermedades, la religión, la ausencia de verde en Lima; su vida en México y la necesidad de ser transparente, siempre.  Me emociona haber descubierto, aun tardíamente, su prolífica faceta de cronista.

Y esta madrugada, recordé la entrevista en la duermevela, como quien reconoce que ha llegado tarde a  una alegría, y que debía tenerla archivada "en alguna parte". Pues aquí está y creo que es preciso compartirla, porque  siento sus respuestas tan actuales, tan honestas, tan vitales, y porque el próximo mes -imparable a sus ahora 77 años-comenzará a grabar una nueva película mexicana, bajo la dirección de Francisco Franco, el mismo de QUEMAR LAS NAVES. (Hablando de cine, lo curioso es que la única respuesta que ha quedado desfasada, es aquella sobre la cinematografía en el Perú: mucho ha crecido nuestro cine desde el 2007 en adelante, gracias a una nueva generación de cineastas que rompieron con los guiones clásicos y se atrevieron más...).

Al responder mi cuestionario, Ricardo me dijo lo siguiente: "No he tenido tiempo para escribir mejor porque estoy lleno de compromisos. Puedes cambiar el orden, como quieras. Pero si hay que cortar, deja que sea yo el que lo haga". 

Han pasado 7 enormes años desde entonces y -apreciado señor Ricardo Blume- no he tocado una sola de sus palabras (ni tampoco he cambiado el orden de las preguntas, para conservar la frescura de entonces; para mí también han pasado 7 años)... 

Tus recuerdos de la fundación del TUC y del trabajo con Luis Álvarez...

Fundamos el TUC cuando yo tenía 27 años y lo dirigí hasta los 35,

que es la época de mayor rendimiento y energía. Yo era capaz de todo. De

enseñar todos los cursos o de escalar una pared si no teníamos la llave

para entrar a ensayar. Creo que, más que otra cosa, comuniqué a mis alumnos

de entonces una pasión por el teatro, que se mantiene viva. No me gusta

mirar hacia atrás, pero cada vez que lo pienso creo que el TUC fue de lo

mejor que hice en mi vida de hombre de teatro.

        Mi trabajo con Luis Alvarez fue el de las primeras letras, mis

gateos teatrales. El me enseñó la técnica y la ética con un estilo que,

cariñosamente, podríamos calificar de "la letra con sangre entra". Me dijo

alguna vez en un ensayo: ¡O lloras o te pego! (Y lloré, claro). Me daba

parlamentos de obras para memorizar y, yo arriba del escenario y él abajo,

me hacía repetir una y otra vez corrigiéndome. También me daba obras para

analizar por escrito y me ponía acotaciones como ésta: "El señor Blume

tiene capacidad para hacer un trabajo más profundo. Inténtelo otra vez". No

me dejaba pasar una. Después de más de medio siglo de carrera profesional

no dejo de agradecerle los sólidos cimientos que me puso. Solía escribirle

una carta la noche de cada estreno, estuviera donde estuviera; a él y a

Ricardo Roca Rey, mi otro gran maestro. Ahora simplemente me encomiendo a

ellos. 

¿Qué significa ser actor, un buen actor y esta vocación?                                                                                                                                                                

Creo que ser un buen actor consiste, entre otras muchas cosas, en

hacer creíble un personaje, justificar todo lo que se dice, tener la

capacidad de jugar a transformarse. Supone, también, una técnica y una

ética. Un buen actor no hace concesiones, no baja la guardia, apunta

siempre alto. No olvida que está representando a seres humanos, y haciendo

arte. En cuanto a la vocación, no fue tan simple como prender el

interruptor de la luz ni amor a primera vista. Atando cabos, veo que desde

los siete años representaba en el colegio; que mi madre organizaba

representaciones para el santo de la abuela y que yo siempre participaba; a

los nueve años cantaba en radio a dúo con uno de mis hermanos...en fin,

había ciertos antecedentes. Una vez, en la AAA, me colé a ver un ensayo, me

gustó y me quedé para siempre. Creo que la vocación se adquiere con los

años, con el ejercicio apasionado de una profesión. 

Como de galán de telenovelas, ¿qué costaba más?

        Tratar de que no me dijeran "galán"; que me consideraran, como era,

un actor que en ese momento hacía los papeles de galán. Estuve "galaneando" hasta los 47 años, fue un placer decir: ¡Ya no más! Lo que más me molestaba

era que me pintaran el pelo, me sentía degradado. Lo que más me gustaba era

que siempre te quedabas con la chica.Y la besabas. 

¿De toda tu carrera; el peor beso y por qué?

        No califico los besos de actuación de mejores o peores. Son besos,

digamos, "técnicos"; no cuentan.Y si alguna chica me hubiera besado mejor o

peor, como comprenderás, no lo diría. Son secretos que un actor nunca

revela.  Lo que te puedo decir es que a veces, después de ver una escena

amorosa, mi mujer me decía torciendo la boca: "Hmm... ¡Demasiado natural!" 

 ¿Llegará el día en que el teatro peruano reciba el apoyo

suficiente como para que surgan obras de las que se hable siempre como

Collacocha?

 Me temo que no lo veré. Mientras no tengamos políticos con cierto

nivel cultural, que aprecien el arte, difícilmente se darán las condiciones

para que el teatro peruano se desarrolle y consolide. Sigue siendo obra de

magníficos quijotes. 

        Es una pena porque la materia prima humana para la creación

artística en el Perú es de primera. Sólo necesita un poco de estímulo para

desarrollarse.

 ¿La mayor frustración como actor?

        No tengo frustraciones como actor, quizá porque nunca me he creído

la gran cosa, y entonces lo que me ha ido llegando ha sido todo bienvenido.

No soy de ese tipo de actores que sueñan con hacer determinado papel. Yo

simplemente escojo entre lo que me ofrecen, según una cierta línea de

trabajo.

        Como hombre de teatro mi frustración consistió en que no pude

conseguir un teatro en Lima donde hacer las cosas a mi manera, enseñando y

presentando obras; como lo que hice en el TUC, pero en plan profesional.

Pero fue una frustración que no dejó huella. Solo cierta tristeza.

Acaba de recibir un homenaje en el Encuentro Latinoamericano de Cine.

¿El cine peruano ha evolucionado o involucionado?

        ¿A partir de qué? Nosotros no hemos tenido antes ni tenemos ahora

lo que se puede considerar una industria cinematográfica. Todo son

esfuerzos aislados, heroicos. Lo que sí veo es que hay cada vez más

directores y técnicos jóvenes con talento y ganas. Y que poco a poco,

contra viento y marea, se van haciendo más películas, algunas muy buenas. En

ese sentido creo que vamos mejorando. 

 Recuerdo esfuerzos aislados como los de Armando Robles Godoy que

llegó a hacer,cuatro o cinco películas (En la selva no hay estrellas, La

muralla verde, Espejismo...) o Federico García.

        Después viene una hornada donde destaca nítidamente Francisco

Lombardi, con una docena de películas,a cual mejor, y en la que figura

gente tan estimable como Chicho Durand o Augusto Tamayo. En lo inmediato

menciono tres nombres al azar: Aldo Salvini, Fabricio Aguilar y Josué

Méndez, algunas de cuyas películas he visto con interés. Pero toda esta

gente necesita leyes que los estimulen. Y en eso no hemos evolucionado, me

parece. Aunque puedo estar mal informado.

  

 Si Vargas Llosa te pidiera interpretar en Lima al profesor Aldo

Brunelli de la obra de teatro "El Loco de los Balcones" -que le dedicó-,

¿Lo harías?                                                                                                                                                                

Mario Vargas Llosa tuvo la gentileza de dedicarme esa obra, que ya se montó en Lima hace unos años dirigida por Alonso Alegría. No creo que el autor me pidiera que la interpretara. Pero si así fuera, lo haría con mucho gusto. Recuerdo con admiración al profesor Bruno Rosselli y aprecio a Vargas Llosa como el que más. 

 ¿Dejarás las telenovelas?...

        Supongo que cuando ya no me llamen para hacerlas. Por el momento,

vivo de actuar en ellas. Dejaría de hacerlas, por dignidad, si perdiera

facultades, antes de empezar a dar pena.

        Lo bueno de la actuación es que hay papeles para todas las edades.

Y lo bueno de los viejos actores es que cada día tienes menos

competencia... 

¿Qué diferencia hay entre  los halagos de una mujer de 35 a los de

una de 60?

        Depende de una y de otra. Por lo general, un halago te gusta venga

de cualquier edad.Y todos tenemos nuestro corazoncito y somos sensibles a

la lisonja.

        Pero los halagos, como los insultos, se toman como de quien vienen.

Y ahí está la diferencia. (El macho que todos llevamos dentro dirá que el

de la de 35 halaga más...las hormonas!) 

 A los 71 años; tu vida en una palabra:

 Inconclusa. 

Y una de yapa, por la necesidad del contexto y porque en la anterior

pregunta pedí solo una palabra... ¿Las entrevisas por Internet, van o no van?

Me encantan. Me parece más preciso y más rápido. Siempre y cuando

respeten escrupulosamente lo que contesto y no pongan en mi boca palabras

que no suelo decir. Que conste que no es una advertencia, ¿ah?


Escrito por

Katya Adaui

¿Qué es lo que quiero contar? ¿Qué es lo que he aprendido?


Publicado en

Casa de estrafalario

Escribo para descubrir, para ser feliz, para viajar, para volar. @kadaui