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pantallazo tomado desde mi celu. disculpen la resolución.

Entrevista a Rodrigo Hasbún y Rodrigo Fuentes

Directores de la revista Traviesa

Publicado: 2013-10-18

Desde hace 8 meses, Traviesa promueve la producción literaria a través de una revista virtual que dirigen con afán el boliviano Rodrigo Hasbún y el guatemalteco Rodrigo Fuentes. Acaban de entrevistarlos para contar más acerca de este proyecto que presenta secciones entrañables: Un día en la vida (tres escritores narran el mismo día, cada uno desde su punto de vista: a mí me tocó narrar el 31 de mayo y creo que saldrá el próximo mes); otro habla de su espacio favorito en Lugar; hay una entrevista vía Skype a un escritor (este mes está Samanta Schweblin cuyo fantástico libro Pájaros en la boca acaba de ser traducido al chino); y la sección Dos escritores conversan (un intercambio de mails entre autores, en otro ejercicio de puntos de vista). Además, lanzan una antología descargable en Amazon. Todos los textos son traducidos al inglés. 


Esta es la entrevista a sus creadores:

Sucedió como sucede con casi todas las cosas: entre el azar y la voluntad. Los escritores Rodrigo Fuentes y Rodrigo Hasbún cuentan que Traviesa nació casualmente hace ocho meses. Hoy, la que varios han llamado revista, red, sitio, iniciativa, propuesta, formato es justamente eso que proclama: el proyecto que explora los lugares afectivos y geográficos, físicos y mentales, desde donde se escribe la literatura en español.

“En estos ocho meses de Traviesa hemos confirmado varias sospechas que teníamos desde el principio, entre ellas que la literatura escrita en nuestro idioma viene atravesando hace ya rato una etapa de gran vitalidad”, cuentan Rodrigo y Rodrigo, en la entrevista vía correo que respondieron a cuatro manos.

Traviesa es ese sitio web que despliega sus contenidos en una página limpia, como la de cualquier libro –o revista. Tiene seis secciones: la entrevista (a varios escritores a través de Skype y compartida en Vimeo), crónica (de un día en la vida de tres escritores en cada edición), intercambio (de correos entre escritores, editores acerca de un tema determinado), lugar (significativo o simbólico del que el escritor da cuenta), hallazgos (o recomendaciones sobre un libro o película) y las antologías (curadas por un escritor con tres relatos de otros escritores y que se descargan a través de Amazon).

Los escritores Fuentes (guatemalteco) y Hasbún (boliviano) son los creadores y editores de este espacio que tenía, en un principio, la intención de armar antologías digitales, cuyos ingresos se redistribuirían entre quienes participaran de ellas. “Luego se nos ocurrió que sería aún más interesante si esas antologías las curaban escritores invitados y que sería buenísimo traducirlas al inglés para acercarlas a un público aún mayor. Entonces empezamos a preguntarnos si no valía la pena acompañar las antologías con un sitio que se renovara regularmente y donde pudiéramos explorar más a fondo algunos asuntos que nos intrigaban. Así, de a poco, fuimos llegando a lo que Traviesa es ahora”, cuentan.

Más o menos consagrados, todos reconocidos, Traviesa reúne a unos 60 escritores de varios países latinoamericanos, además de un grupo de 12 traductores que incluye a Rodrigo Fuentes y un equipo de trabajo dedicado a la gestión de la revista. “La experiencia con nuestros colaboradores no podría haber sido mejor. Todos se han mostrado muy generosos con Traviesa, tanto a la hora de colaborar con el proyecto como en su afán de difundirlo. Se percibe un verdadero entusiasmo por compartir la literatura contemporánea de nuevas y distintas formas, y de solidarizarse con un proyecto que empezó como algo muy pequeño y que poco a poco ha ido creciendo”, indican.

Traviesa es también una página en Facebook y una cuenta en Twitter, que les permite conversar con los lectores. ¿Todavía quedan de éstos?, se preguntan en la revista literaria. “Traviesa recibe miles de visitas semanales, lo que sin duda nos alegra un montón, pero una de nuestras motivaciones desde el principio fue que el sitio también sirviera como una especie de muestrario o disparador, para que la gente se quedara con ganas de seguir leyendo a los autores y fuera a buscar sus libros. Si funciona o no en ese sentido, y si los lectores en general leen menos, son cuestionamientos que sin duda tenemos presentes”.

Igualmente, Traviesa es una organización sin fines de lucro que opera con un sistema de regalías que favorece a los curadores, escritores y traductores involucrados en cada una de sus antologías. La descarga de cada una éstas cuesta alrededor de cuatro dólares (a través de Amazon) y el 85% de los ingresos que generan se redistribuyen aquéllos, porcentaje muy superior al 25% estipulado por la mayoría de las editoriales en Hispanoamérica y el mundo. “Al ser una organización sin fines de lucro, a Traviesa solo la mueve la ilusión de que estos escritores y traductores sigan produciendo textos tan extraordinarios como los que forman parte del proyecto”, afirman.

A decir de la mexicana Cristina Rivera Garza, que forma parte de los colaboradores de Traviesa, gran parte de la llamada literatura latinoamericana se produce hoy día en Estados Unidos. De hecho, ambos Rodrigo estudian en la Universidad de Cornell en Nueva York y los contenidos de Traviesa se traducen al inglés. “Queremos que nuevos públicos puedan disfrutar de esa obra sumamente interesante que está escribiéndose en nuestro idioma (en este caso el público angloparlante, que en realidad está disperso en el mundo entero). Por otra parte, el idioma español es una realidad cada vez más palpable en Estados Unidos, donde surgió Traviesa, y queremos que el intercambio y los movimientos que existen a nivel continental, también se den en lo literario. En esto último no estamos solos. Este año han surgido varias iniciativas similares a la nuestra que son en verdad notables: Radio Ambulante, Iowa Literaria, Suburbano y The Buenos Aires Review, por mencionarte algunas”.

La conversación tiene que terminar, pero –preguntamos- ¿tendremos Traviesa para rato, cierto? “Traviesa continúa avanzando, dando sus vueltas y una que otra pirueta. No es fácil, pero las ganas siguen ahí y tenemos un par de ideas para el futuro que nos entusiasman. Nuestro objetivo es que el proyecto se mantenga siempre fresco, proponiendo un espacio de confluencia de voces y miradas, y que nuestros lectores se sigan acercando a la literatura desde caminos poco recorridos”, concluyen.

Tomado de aquí.


Escrito por

Katya Adaui

¿Qué es lo que quiero contar? ¿Qué es lo que he aprendido?


Publicado en

Casa de estrafalario

Escribo para descubrir, para ser feliz, para viajar, para volar. @kadaui